Válvula de seguridad y montaje sobre el calentador de agua

La válvula para el calentador de agua es un dispositivo fundamental en este tipo de aplicación, ya que permite reducir los residuos y, sobre todo, garantiza un elevado nivel de seguridad tanto para las instalaciones como para las personas que se encuentran cerca. Por lo tanto, parece evidente que el diseño y la construcción según la normativa de este tipo de componentes no solo representa un aspecto importante, sino también una necesidad.

En particular, este tipo de válvula permite obtener dos funciones al mismo tiempo:
- Seguridad: se obtiene mediante un muelle que se acciona sobre un obturador. Si el valor de presión detectado del fluido excede el valor de calibración máximo admisible (habitualmente 8 bar), el obturador se abre y permite una descarga con fuga de líquido hasta que se alcanza un valor de presión permisible;
- Retención: se obtiene mediante una junta y un sistema "anti-goteo" patentado que evita fugas y goteos no deseados que reducen la eficiencia del sistema y comprometen su óptimo funcionamiento.

Otra característica importante que podemos encontrar es el vaciado manual o automático que pueden tener las válvulas. En el primer caso existe una palanca que puede ser accionada manualmente por un operador sin tener que desmontar la propia válvula, mientras que en el segundo caso no existe tal palanca. En cualquier caso, independientemente de la posibilidad de una acción manual, están diseñadas para que no sea posible realizar ninguna intervención de ajuste “de fábrica” del componente por parte de personal no autorizado para esta función.

Las válvulas presentes en la sección dedicada del catálogo de Gnali Bocia tienen elementos constitutivos en común:
A) Cuerpo: fabricado en latón EN 12165- CW617 N, constituye el cuerpo externo de la válvula;
B) Muelles: fabricados en acero inoxidable, realizan la función descrita anteriormente junto con el obturador;
C) Junta: fabricada en caucho sintético "antiadherente", garantiza el cierre del componente evitando fugas o mal funcionamiento que podría dañar la eficiencia y el rendimiento de todo el sistema.
Estos son los componentes principales, aunque existen también otros elementos realizados siempre en latón o con materiales plásticos resistentes al calor.

Otros aspectos importantes que contemplan este tipo de componentes, así como todos los dispositivos que transportan fluidos gaseosos o líquidos, son los valores máximos permitidos de presión y temperatura. En lo que respecta a este último, la temperatura máxima de funcionamiento permitida es de aproximadamente 100 ° C; en cambio, en lo que respecta a la presión de calibración, el valor estándar es igual a 8 bar, incluso si se realizan otras calibraciones a demanda por parte del cliente.

Las válvulas para calentadores, como ya se ha explicado anteriormente, son componentes esenciales dentro de tales sistemas, ya que permiten realizar funciones tanto desde un punto de vista de seguridad como de dirección del fluido, bloqueando la dirección opuesta y evitando el reflujo, que podría representar una problemática importante.
Por ello, la función del instalador y del técnico de mantenimiento es fundamental para evitar roturas y averías que podrían provocar fallos repentinos o prolongados en el tiempo, ocasionando molestias de diversa índole tanto a las personas como a los edificios en los que se encuentran los calentadores.

Aún tratándose de un componente relativamente simple tanto en términos de diseño como por su función (sencillo pero al mismo tiempo muy importante), la instalación de las válvulas de seguridad dentro de los calentadores de agua presenta una serie de dificultades que, si se subestiman, pueden comprometer totalmente la aplicación de estos dispositivos. De hecho, tanto desde un punto de vista normativo como de sentido común, es necesario que sea realizado por un técnico cualificado y con experiencia.
El primer paso consiste en asegurar la válvula al tubo flexible que da servicio al suministro y alimentación de la instalación. Posteriormente, se carga el tubo de drenaje de agua utilizado para drenar el fluido después de su paso por el calentador de agua. Finalmente, para comprobar que no haya fugas u otros problemas, se procede a la fase de pruebas. Solo en este punto el sistema está listo para funcionar y puede ser encendido.

El instalador, después de las fases de implementación, se encarga también del ajuste y calibración de la válvula a través de:
-    Ficha técnica: es característica de cada válvula y presenta las condiciones básicas para su correcto funcionamiento tanto en términos de presión como de temperatura;
-    Normativa: todos los países del mundo, de hecho, tienen normas específicas respecto a las válvulas de seguridad, incluso pueden seguirse los estándares continentales o mundiales.
Una vez comprobados estos aspectos, el técnico pasa a la fase de calibración de presión y supervisa el correcto funcionamiento en las fases iniciales.
 

En el momento en que se presenta cualquier avería o fallo, es obligatorio contactar nuevamente con el personal altamente especializado para evitar problemas de seguridad y/o causar mayores daños al sistema con las consecuencias económicas relacionadas. El operador, habiendo verificado el fallo y hallado el problema, procede a apagar y reemplazar la válvula por una correspondiente, realizando nuevamente los pasos presentados anteriormente.
Aquello que emerge de este análisis, de hecho, es que al ser componentes centrales y críticos, requieren atención y estudio antes de proceder con cualquier operación, tanto durante el montaje como durante el desmontaje.

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