ARCHIVE
enero 2023
diciembre 2022
Noviembre 2022
Octubre 2022
septiembre 2022
agosto 2022
julio 2022
junio 2022
mayo 2022
abril 2022
marzo 2022
febrero 2022
diciembre 2021
Noviembre 2021
Octubre 2021
septiembre 2021
agosto 2021
julio 2021
junio 2021
abril 2021
marzo 2021
febrero 2021
enero 2021
diciembre 2020
Noviembre 2020
Octubre 2020
septiembre 2020
agosto 2020
julio 2020
junio 2020
mayo 2020
abril 2020
marzo 2020
febrero 2020
enero 2020
diciembre 2019
Octubre 2019
agosto 2019
mayo 2019
marzo 2019
febrero 2019
enero 2019
diciembre 2018
Noviembre 2018
Octubre 2018
septiembre 2018
agosto 2018
julio 2018
abril 2018
marzo 2018
febrero 2018
enero 2018
diciembre 2017
Noviembre 2017
Octubre 2017
septiembre 2017
agosto 2017
julio 2017
junio 2017
mayo 2017
abril 2017
marzo 2017
febrero 2017
enero 2017
diciembre 2016
Noviembre 2016
Octubre 2016
septiembre 2016
agosto 2016
julio 2016
junio 2016
mayo 2016
abril 2016
marzo 2016
febrero 2016
enero 2016
diciembre 2015
Noviembre 2015
Octubre 2015
septiembre 2015
agosto 2015
julio 2015
junio 2015
mayo 2015
abril 2015
marzo 2015
febrero 2015
enero 2015
diciembre 2014
Noviembre 2014
Octubre 2014
septiembre 2014
agosto 2014
julio 2014
junio 2014
mayo 2014
abril 2014
marzo 2014
febrero 2014
enero 2014
diciembre 2013
Noviembre 2013
Octubre 2013
septiembre 2013
agosto 2013
julio 2013
junio 2013
mayo 2013
abril 2013
marzo 2013
febrero 2013
enero 2013

Tubos flexibles para agua: todo aquello que debes saber

Tubos flexibles para agua y gas: usos y diferencias

La instalación de tubos flexibles para agua

Los tubos flexibles para agua son componentes que pueden presentar numerosas aplicaciones y con capacidad de transportar fluidos y materiales muy diversos. Incluso proporcionando las instrucciones de montaje de manera correcta, son muchos los fallos y errores que aparecen durante el funcionamiento y que se derivan, precisamente, de una incorrecta instalación.


¿Cómo se realizan los tubos flexibles?

Los tubos flexibles presentan dos categorías principales de aplicación: tubos para gas  y tubos para agua. En base a esta clasificación podemos distinguir diversas tipologías, realizadas en diferentes materiales.

Los tubos flexibles para gas pueden ser:

- De goma: Fabricados de forma que sean compatibles con el fluido que transportan y garanticen su durabilidad sin que se produzcan corrosiones. El principal inconveniente se encuentra en la necesidad de ser revisado y substituido periódicamente.
- De plástico: Hechos de PVC, su principal característica es su elevada resistencia a la agresividad de algunos gases. Del mismo modo que en los tubos de goma, es necesario reemplazar periódicamente.
- De acero inoxidable con funda de plástico: la funda no tiene un carácter estructural y no debe contribuir a la resistencia del tubo durante las pruebas de cumplimiento de las normativas. La función de la funda es proteger contra la abrasión y debe elegirse el material de modo que no degrade o corroa la superficie externa.

En los tubos para gas, en cambio:

- Acero inoxidable sin funda plástica: el acero usado es de la familia AISI 316L con un bajo contenido de carbono, lo que lo hace más soldable durante las fases de construcción.
La realización se inicia desde el tubo corrugado al que se sueldan dos racores en los extremos, uno fijo y otro giratorio. Esto permite un montaje rápido sin ninguna torcedura en particular.


Reglas básicas para la instalación de los tubos flexibles

Para un correcto montaje de tubos flexibles en aplicaciones que requieren su uso, es necesario seguir algunas reglas y cumplir con las normativas específicas. Existen, como primera aproximación, las reglas básicas dictadas en base a la experiencia y al sentido común:

1. La largada debe ser siempre mayor al espacio en cuestión, de manera que el tubo no trabaje bajo tensión y, por lo tanto, reducir los riesgos asociados con daños y roturas. Por este motivo es aconsejable comprobar que el tubo no se tuerza sobre sí mismo y pueda provocar curvas anómalas y un riesgo para su correcto funcionamiento.

2. En fase de sellado es necesario el uso de las herramientas adecuadas para aplicar la fuerza necesaria, evitando forzar los racores: en caso contrario existe el riesgo de aumento de formación de grietas. En el caso del uso de juntas tóricas (O-ring), no hay necesidad de aplicar una fuerza particular: de hecho, no funcionan por compresión sino a través del sellado por deformación bajo la presión del agua.
3. Es necesario evitar en cualquier circunstancia que el tubo, tanto durante el montaje como durante el ejercicio, entre en contacto con elementos que podrían dañarlo al instante o con el tiempo; debido al desgaste por fricción o corrosión externa.

4. El radio de curvatura indicado en las fichas técnicas debe respetarse siempre. De lo contrario, existe el riesgo de causar una o más oclusiones en el tubo que pueden llevar a la obstrucción del flujo que corre por el interior.

Estas indicaciones son esenciales para una correcta instalación y una operación eficiente de los tubos flexibles. Estas reglas, incluso si son completamente generales, pueden permitir un ahorro tanto en término de tiempo (instalación, mantenimiento, disposición, substitución), como en término de coste (costes de tubería, mano de obra, intervención, de fallo, etc.). Además, un fallo puede provocar molestias más o menos importantes para la salud y la seguridad de las personas que se encuentran cerca de las instalaciones. Por esta razón, la atención y el control son una parte fundamental que no debe, bajo ningún concepto, ser descuidada.


La instalación de tubos flexibles para agua

Para su comercialización en todo el mundo, los tubos flexibles deben cumplir con la norma UNI CIG 7129: ésta establece los criterios para la proyección, instalación, puesta en servicio y mantenimiento de sistemas domésticos para el uso de gases de combustión distribuidos por medio de canalización. Aunque esta norma se refiere explícitamente a los sistemas de gases de combustión, también está adaptada para tubos flexibles para agua. En particular, se recomienda que los tubos flexibles no se instalen con características de calidad inferior a la norma UNI 8863.

Estas son algunas de las reglas a seguir expresadas en la normativa:
- El tubo no puede extenderse más del doble de su longitud, de lo contrario las paredes se debilitarían. Por razones de seguridad, se aconseja no trabajar nunca en la longitud límite, solo en longitudes inferiores.
- El montaje debe llevarse a cabo evitando en cualquier caso el roce de los tubos: para ello, se utilizan soportes que reducen el movimiento y el riesgo de daños debido al desgaste.
- Durante el montaje de los tubos flexibles, no es necesario curvar el tubo próximo al racor, sino a una distancia de aproximadamente 50 mm.
- El radio de curvatura mínimo no debe ser menor a tres veces el diámetro del mismo tubo. De esta manera es posible abordar la problemática del envejecimiento.

Estas reglas son informadas dentro de las normativas y, por lo tanto, tienen un valor formal. Sin embargo, hay otras recomendaciones y "trucos" para permitir un montaje correcto y seguro:
- Realizar un control visual de las superficies de sellado, las juntas y las roscas de los racores para comprobar que no haya defectos y que todos los componentes estén limpios.
- Envolver unas vueltas de cinta aislante eléctrica en el centro del tubo: este método no científico sirve para reducir las vibraciones de los tubos flexibles para agua, especialmente las que conectan con las calderas.

20/05/2019




I contenuti di questo sito non hanno carattere di periodicità e non rappresentano 'prodotto editoriale'.