Las
resistencias eléctricas industriales son un componente de considerable importancia para el desarrollo de calor dentro de las instalaciones industriales. Su estudio y diseño debe realizarse con precisión para garantizar un funcionamiento eficaz y minimizar las pérdidas que puedan desarrollarse dentro del circuito en el que se instalan.
En relación a este tipo de componentes, Gnali Bocia representa una empresa con gran experiencia en la realización y el control de la totalidad del ciclo productivo.
Los materiales que pueden utilizarse dentro de un circuito eléctrico pueden dividirse en dos macro categorías: aislantes y conductores. Como su nombre indica, los aislantes tienden a oponerse al paso de la corriente mientras que los conductores garantizan y permiten el paso de ésta. Dado que la corriente se define como el movimiento de cargas eléctricas, en particular de electrones, hablamos de resistencia eléctrica cuando hay un componente que se opone a este movimiento.
La base del comportamiento de un circuito en presencia de una o más resistencias eléctricas se encuentra en las leyes de Ohm, que son necesarias tanto para la medición efectiva del sistema como para poder calcular los valores de las magnitudes eléctricas principales, la tensión (en Voltios) y la intensidad de la corriente (en Amperios).
En particular, una instalación se puede caracterizar por numerosas resistencias que pueden presentarse en serie, en paralelo o en diversas combinaciones. Partiendo de los casos más sencillos, en presencia de n resistencias en serie, o cuando el nodo terminal de una resistencia representa el nodo inicial de la sucesiva, el cálculo de la resistencia equivalente del sistema es bastante simple y se obtiene mediante la siguiente fórmula:
En cambio, en presencia de n resistencias en paralelo, es decir, cuando el nodo inicial y final de cada resistencia es el mismo, el cálculo es un poco más complejo y viene dado por:
Además, existe una serie infinita de posibilidades intermedias entre las dos configuraciones anteriores que pueden hacer el cálculo mucho más complejo y también requerir el uso de un software dedicado.
Además de las clásicas resistencias de cobre (el material más utilizado en la construcción de resistencias eléctricas), existen una serie de dispositivos adicionales que se instalan en los sistemas. Uno de ellos es el termostato de control, un componente montado directamente sobre la resistencia y que gestiona la alimentación en función de la temperatura. Este dispositivo suele estar fabricado de un polímero de elevadas prestaciones de resistencia tanto en el campo térmico como químico, es decir, un tecnopolímero que, mediante una lámina bimetálica y en relación a la temperatura del sistema, regula el paso de la corriente.
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