Un montaje correcto en los
tubos flexibles para agua es esencial para un buen funcionamiento del componente, de gran importancia en el interior, especialmente en sistemas hidrosanitarios. No obstante, cabe tener en cuenta que el tubo irá acompañado de las instrucciones de montaje en el momento de la entrega.
Tal operación, incluso si requiere conocimientos básicos, constituye un paso necesario para garantizar todas las propiedades de funcionalidad en las aplicaciones en las que viene instalado. Las normativas de base, dictadas principalmente por la experiencia y el sentido común, son:
1. Evitar cualquier montaje del tubo que lleve a trabajar en un estado de tensión: asegurar que la distancia que debe cubrir el tubo sea inferior a su longitud. Por la misma razón, es necesario verificar que el tubo no presente dobleces o esté retorcido sobre sí mismo: estos defectos, si no se declaran durante la fase de proyección en demandas especiales, pueden crear problemas más o menos graves;
2. Controlar el entorno en el que se opera: las condiciones ambientales o posibles contactos peligrosos son particularmente dañinos para la resistencia y durabilidad del componente;
3. El montaje de las juntas y racores deben realizarse correctamente, ya sean juntas tipo junta O-Ring o bien juntas para deformación. Además de esto, es fundamental garantizar un sellado adecuado que se pueda lograr con varios tipos de herramientas: con simples llaves inglesas o dispositivos más sofisticados como llaves dinamométricas. Un cierre demasiado flojo puede causar problemas de fugas o pérdidas de presión, mientras que si el apriete es demasiado alto, existe el riesgo de rotura del componente con las consecuencias que podrían derivarse;
Respetando estas reglas básicas, es posible obtener un montaje perfecto evitando una intervención constante y costosa en el sistema para corregir defectos que pueden resolverse previamente. De hecho, tener a disposición tubos flexibles para agua de calidad, como las fabricadas por Gnali Bocia, es una condición necesaria pero no suficiente para un funcionamiento óptimo: sin un montaje adecuado, ¡corre el riesgo de perder dinero y tiempo!
Obviamente, acompañadas de estas reglas preliminares, están los requisitos técnicos:
- La posición de la curva no puede estar cerca del racor, al menos a una distancia de 50 mm de él: este requisito reduce las roturas y aumenta el rendimiento del componente;
- La curvatura tampoco debe ser mayor de tres veces el diámetro para evitar problemas relacionados con el envejecimiento, un fenómeno particularmente importante que caracteriza los tubos altamente doblados.
Podemos afirmar que respetando unas y otras reglas, es posible explotar el componente de manera adecuada, garantizando una operación excelente y una reducción de los costos necesarios para el mantenimiento y el control a lo largo del tiempo.
Para tener un correcto funcionamiento de las instalaciones hidráulicas y tener un control en términos de seguridad, es fundamental no solo la etapa de selección e instalación de la tubería, sino también el proceso de mantenimiento llevado a cabo de manera regular.
Al ser dispositivos que pueden estar en contacto con sistemas más o menos complejos, los tubos flexibles para agua representan un componente de seguridad fundamental y el mantenimiento es un requisito indispensable para evitar consecuencias que incluso podrían llegar a ser graves.
Las fases de seguimiento para los tubos flexibles para agua
Para garantizar la seguridad y la fiabilidad, es necesario seguir algunas precauciones fundamentales:
- Mantenimiento rutinario: revisión mensual o periódica realizado en los tubos flexibles para cerciorarse de cualquier posible mal funcionamiento o avería. Si bien se requiere tiempo para implementarse de manera efectiva, permite ahorros tanto en términos económicos como de tiempo, reduciendo las paradas de sistemas tanto a nivel industrial como civil;
- Prestar atención a las fugas: un tubo puede dañarse y provocar fugas que deben ser identificadas e indagadas. Efectivamente, el líquido puede causar daños directos a personas u operadores, pero también estar cerca de objetos o materiales sensibles a provocar incendios o explosiones;
- Reparación y substitución: es bastante frecuente que, con el tiempo, un componente pueda dañarse o incluso averiarse totalmente. En el primer caso, se intenta reparar el componente sin tener que reemplazarlo necesariamente; en el segundo caso, será necesario un reemplazo;
- Limpieza y filtrado: Es necesaria una limpieza inicial de los tubos que se insertan en el sistema para evitar daños. Del mismo modo se aplica al fluido que fluye hacia el interior: si el fluido no está limpio y presenta contaminaciones, puede dañar el componente y el tubo flexible;
- Controlar la presión y la temperatura: los tubos flexibles para agua, como el resto de componentes producidos por Gnali Bocia, cuentan con una ficha técnica que indica la temperatura y la presión máxima del fluido transportado por la propia manguera. Exceder los valores máximos acorta la vida útil del componente y puede causar daños y mal funcionamiento de todo el sistema.
El uso de los tubos flexibles para agua puede involucrar tanto instalaciones industriales como civiles. Las ventajas del mantenimiento son evidentes si tenemos en cuenta las consecuencias de cualquier daño en alguno de estos componentes:
1. Reducción de los riesgos asociados a la seguridad tanto para la instalación como para las personas en contacto;
2. Reducción de inversiones destinadas a la sustitución de piezas dañadas;
3. Mayor vida útil de los componentes con menos reemplazos a lo largo del tiempo;
4. Reducción de tiempos muertos en oficinas, plantas de producción y locales domésticos por reposición y reparación tardía.
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