En el marco nacional, los tubos para gas metano están regulados por la normativa de referencia UNI CIG7140, que fija las líneas guía para la comercialización de tubos no rígidos, para conectar dispositivos de baja potencia a la red doméstica de distribución de gas. Por baja se entienden cocinas y otras aplicaciones con potencia inferior a 35kw.
La realización de los tubos para gas metano requiere el uso de materiales que sean compatibles con este fluido, para evitar la degradación precoz del propio tubo. Un plástico adecuado para ello es el PVC, con el que se fabrican estos conductores, y que resulta fácil de procesar.
Pero la norma prevé en el interior del cuerpo de los
tubos para gas metano un alma de malla de fibra o metal que absorba parte de los esfuerzos debidos a la presión del propio gas.
Es importante recordar que, aunque este producto se venda en rollos de 50m, no es posible utilizar para conexiones entre usuario y punto de distribución piezas de longitud superior a los 1500mm.
Los tubos para gas metano son aprobados por IMQ y para una correcta identificación, tanto del artículo como de la fecha de caducidad, deben ir marcados a intervalos regulados cada máximo 400mm de distancia.
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