Para garantizar uniformidad en los productos de diferentes fabricantes, Gnali Bocia adopta una serie de normas que definen, además de los requisitos necesarios para la seguridad y el entorno, las tolerancias y dimensiones requeridas.
Una categoría que prevé el uso de normas referentes a los colectores para agua: éstos están formados por tuberías de latón, material de altas prestaciones físicas y mecánicas, con una buena resistencia a la conformación y una alta capacidad anticorrosiva que lo hace adecuado a la aplicación en contacto con fluidos, como por ejemplo el agua. Cada colector puede disponer de un número de salidas variable de una a 4, lo que es adecuado cuando se debe trasportar el flujo en posiciones distantes entre sí. El roscado requerido en los
colectores para agua es del tipo ISO 228, una normativa internacional referente a los tubos roscados, la grifería y cualquier tipo de racor destinado a la conexión con tubos roscados. En el caso que fuera necesaria una estanqueidad especial, se añade al roscado del colector para agua un material de junta adecuado. La clase A marca una tolerancia más restrictiva al roscado de los colectores para agua, mientras que la B permite una clase de tolerancia más amplia del roscado externo.
Existen otros tipos de normas denominadas “de producto”, capaces de justificar la elección de una u otra clase de acuerdo con la norma ISO 228.
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