El latón es un material versátil y se presta a múltiples usos tales como la construcción de racores para el gas. En la mayor parte de los casos, de hecho, la realización de estos artículos, que normalmente se conocen también como accesorios genéricos, se lleva a cabo partiendo del material en bruto elaborado por medio de prensado en caliente y posteriormente trabajado en máquinas transfer.
Estos
racores para el gas tienen extremos roscados de acuerdo con la normativa EN10266 que recientemente sustituyó a la ISO 7 en lo que concierne al roscado para gas sellado en la rosca. Esta rosca hembra sobre los racores tiene una forma cilíndrica y se acopla con tubos sobre los que se ha realizado una rosca cónica con conicidad 1:16. La forma de la rosca es triangular con una abertura de 55 ° y tiene la parte inferior y la cresta redondeada de manera idéntica para facilitar la estanquidad.
Pero los racores para el gas también necesitan un sellante que se debe aplicar entre las roscas, de lo contrario podrían verificarse pérdidas que, en el caso de combustibles, podrían comportar situaciones catastróficas. La elección de este material debe hacerse teniendo en cuenta su compatibilidad, en primer lugar, con el fluido que fluye en el sistema, después con la temperatura de funcionamiento y, por último, en función de su contacto con el metal de manera que no cree corrosiones peligrosas.
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