Cuando se habla de reguladores de presión es habitual pensar que aguas abajo del componente no existen riesgos derivados de posibles fallos en el funcionamiento de éste, pero no es en absoluto cierto. De hecho, los componentes diseñados por Gnali Bocia están garantizados en el tiempo y bajo ciertas circunstancias: está comprobado que un mal diseño o incluso la falta de mantenimiento de un componente sujeto a presiones variables en el tiempo, junto con malas condiciones ambientales que puedan perjudicar el buen funcionamiento de un componente, son la base de posibles fallos estructurales de diversa entidad.
Las normativas vigentes en el ámbito de los reguladores de presión son muy restrictivas, hasta el punto que, para la venta internacional, se añaden a las especificaciones nacionales, las europeas y las internacionales.
Al estar relacionados con dispositivos que tratan fluidos compresibles, los reguladores de presión se someten a test para garantizar resistencias mucho mayores que las nominales a las que estarán expuestos. De este modo se garantiza su durabilidad en el tiempo. El manómetro se coloca generalmente antes del reductor de presión, para verificar la coherencia de los valores registrados con los de proyecto.
Como ya se ha mencionado, el mantenimiento es de vital importancia para los
reguladores de presión: controlar periódicamente un componente mecánico significa poder predecir hipotéticas averías y fallos, evitando situaciones más graves de riesgo para el personal y el medio ambiente.
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