Los colectores para calefacción se obtienen a partir de la deformación plástica de un metal, sometiéndolo a una temperatura superior a la temperatura de recristalización específica de ese metal. En realidad se habla concretamente de un intervalo de recristalización, ya que la modificación micro estructural se da dentro de un rango determinado de temperatura.
Los
colectores para calefacción diseñados por Gnali Bocia son de latón CW617N, con porcentajes de cobre de 57-59%, plomo entre 1.6 y 2.5%, estaño máximo 0.3%, hierro máximo 0.3%, níquel máximo 0.3%, aluminio máximo 0.05%, porcentaje de impurezas alrededor del 0.2% y el resto constituido por zinc.
El hecho que estos elementos de aleación se incorporen en porcentajes precisos es debido a que cada elemento de aleación añadido comporta la modificación de las propiedades físicas y mecánicas de los colectores de calefacción y el resultado debe ser una mejora de éstas. Por ejemplo, el hierro afina el grano aumentando la carga de rotura, o el aluminio aumenta la resistencia a la corrosión.
El plomo generalmente mejora el trabajo en las máquinas herramientas, disponiéndose a límite de grano y facilitando la rotura de la viruta. Por este motivo se añade siempre un pequeño porcentaje.
La incorporación de elementos de aleación provoca una modificación estructural equivalente a la adición y extracción del zinc equivalente. Por esta razón, de tablas, existen índices calculados de zinc equivalente que permiten evaluar cada caso, con el fin de obtener los mejores colectores para calefacción.
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