La evolución en las instalaciones hidráulicas ha permitido una reducción cada vez más marcada del coste de las nuevas instalaciones de calefacción y de la gestión hidráulica de las viviendas, consolidando el uso de instalaciones de suelo controlados por un conjunto de colectores de calefacción, en detrimento de los antiguos sistemas con radiadores de aluminio y hierro fundido o los fan-jet a aire, incómodos, ruidosos y sobretodo poco económicos, en estructuras donde era necesario calentar espacios durante períodos considerablemente largos.
Gnali Bocia, en la estela del mercado de las instalaciones térmicas en continuo desarrollo, se dedica desde hace tiempo al diseño, mantenimiento y puesta a punto de sistemas de calefacción de este tipo.
La gestión de los flujos de calor, los caudales y las temperaturas – los parámetros más importantes en estas aplicaciones – se lleva a cabo mediante sistemas compuestos formados por colectores de calefacción y otros componentes.
Los
colectores de calefacción comprenden una tubería rígida generalmente de latón y una serie de salidas desde las que salen los ramales que llevan el agua por todo el tramo de interés.
Generalmente, en viviendas, cada planta que dispone de este sistema de calefacción dispone de sistema de gestión formado por al menos un par de colectores de calefacción: uno para el flujo procedente de la caldera y que llega a este componente por medio de bombas, y otro de salida que recoge el flujo “frío” y lo devuelve a la caldera, para ser llevado de nuevo a la temperatura de uso.
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