En las instalaciones térmicas las impurezas presentes en el fluido conductor, que normalmente es agua, puede llevar a la generación de gas disuelto que tiende a acumularse en los puntos más altos del circuito, entre ellos los radiadores.
La presencia de válvulas purgadoras de aire en radiadores permite expulsar las acumulaciones de aire de la instalación que podrían generar problemas de diverso tipo como ruido, mala conducción o corrosión.
Las
válvulas purgadoras de aire, presentes también en la versión automática para radiadores, expulsan la acumulación de gas que se concentra en la parte alta de los radiadores. Este fenómeno crea una disminución de la eficiencia de los elementos calentadores, debida al hecho que la conductividad térmica del aire es sensiblemente inferior a la del agua. Este problema provoca un menor rendimiento, un mayor gasto y un desequilibrio térmico en detrimento del confort ambiental.
Las válvulas purgadoras de aire también sirven para reducir la posible corrosión debida a la presencia de oxígeno en contacto con materiales en presencia de agua. Estos tres elementos pueden conducir con el tiempo a la formación de óxido ferroso, que se transforma en magnetita y que podemos encontrar en las instalaciones bajo la forma de barros grisáceos.
En el catálogo GNALI BOCIA podemos encontrar también válvulas purgadoras de aire automáticas de dimensiones mayores que nos ayudan, si se instalan en el punto más alto de una instalación, a la extracción completa de los gases circulantes que podrían acumularse.
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