La metalurgia aplicada a los
racores de latón roscados demuestra que las aleaciones, utilizadas en la realización de estos artículos, si no se tratan correctamente durante todas las fases, desde la producción hasta su instalación, pueden sufrir un fenómeno conocido como tensocorrosión.
El proceso productivo de la empresa GNALI BOCIA empieza con el estampado en caliente de los semielaborados, utilizados para la producción de racores de latón roscados, a los que sigue un enfriamiento a velocidad controlada para obtener una estructura cristalina de fase alfa que reduce los efectos de la tensocorrosión.
El mecanizado en las máquinas también tiene su influencia, la elección de herramientas poco agresivas como las utilizadas en su producción, ayuda a la reducción de los efectos de este fenómeno. Pero también es importante la instalación de los racores de latón roscados para reducir al mínimo los efectos negativos. Se presta una atención especial tanto en las fijaciones como en el material utilizado en el sellado. Es importante usar materiales sellantes especialmente formulados.
Todas estas precauciones garantizan una larga duración a los racores de latón roscados.
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