Volvemos a hablar de la válvula de seguridad y su uso para la protección de instalaciones térmicas del exceso de presión, que podría dañar los componentes y sobretodo crear situaciones de riesgo para las personas.
La intervención de la
válvula de seguridad se produce únicamente cuando la presión en la instalación genera una fuerza superior a la creada por el muelle de calibración y esto conduce a una descarga del fluido transportado a fin de volver a situar el sistema en condiciones de normalidad.
El campo de aplicación es el de las instalaciones con generadores de potencia de hasta 35KW y pueden ser utilizadas únicamente si están realizadas siguiendo los requisitos recogidos en las normas de seguridad para los aparatos bajo presión, como es el caso de la válvula de seguridad de la empresa GNALI BOCIA.
Sirven para proteger los depósitos de acumulación. El montaje se puede realizar en vertical o en horizontal, pero nunca en posición invertida ya que se podrían acumular impurezas y dañar, con el tiempo, el disco de sellado. Entre la válvula de seguridad y el dispositivo a proteger no deben interponerse válvulas de interceptación.
Una vez en funcionamiento, el dispositivo no se cierra hasta que la presión haya bajado hasta un valor al menos un 20% inferior al de calibrado.
Si se debe prever un conducto de descarga, éste no deberá en ningún caso impedir el funcionamiento regular de la válvula y deberá tener un diámetro como mínimo igual al del racor de salida.
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