Uno de los aspectos a tener en cuenta durante la fase de fabricación de un componente mecánico es el propio proceso de obtención del producto final. Especialmente para dar la forma definitiva a los racores hidráulicos se lleva a cabo un proceso para la eliminación de virutas mediante torneado y/o fresado. Es muy importante calibrar bien la máquina de modo que el sistema CNC desarrolle correctamente su trabajo. Para mejorar la evacuación de la viruta de la zona de trabajo donde se encuentran los racores hidráulicos es posible insertar, antes de la fase de solidificación, un porcentaje de plomo comprendido generalmente entre el 2 y el 4%. El plomo se dispone a lo largo de los bordes de grano metálico, facilitando la rotura de la viruta que se quiere separar de los racores hidráulicos.
Un pequeño porcentaje de plomo en el interior de los
racores hidráulicos ofrece, además, un ahorro económico en términos de consumo de las cabezas de las herramientas, ya que el material de los racores hidráulicos es más blando y fácil de trabajar. Se ahorra, por tanto, sobre el precio del latón y sobre el hecho que la adición de un elemento de aleación como el plomo puede, indirectamente, contribuir a la disminución del coste propio del trabajo de los racores hidráulicos.
Obviamente no deben añadirse porcentajes demasiado elevados, ya que comportarían el riesgo de obtener un latón demasiado blando.
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