La correcta elección de la potencia específica durante la planificación y la construcción de las resistencias eléctricas tubulares, es una condición necesaria para que trabajen de manera correcta estos dispositivos cuando están en contacto con el agua y alimentados por la tensión de alimentación.
El valor de referencia para nuestras
resistencias eléctricas es equivalente a 9 wat/cm2, un valor que permite distribuir de manera ideal el calor al líquido que se debe calentar. Esto quiere decir que no habrá concentraciones de calor que generen bolas de gas en la superficie, todo ello en ventaja de una reducción del ruido. Pero el ruido no es el único problema, sino también la disociación de los minerales disueltos y, por tanto, la creación de depósitos de calcio dentro de los dispositivos.
Esta disociación, favorece también en las resistencias eléctricas los fenómenos de corrosión. Para superar estos problemas, es posible dotar nuestros productos con ánodo sacrificable que prolonga su duración en el tiempo. Otra medida que marca la diferencia de nuestras resistencias eléctricas es la utilización del cobre purísimo para el tubo donde está alojada la resistencia.
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