Aguas duras con una gran cantidad de minerales y sales disueltas pueden llevar a la formación de burbujas de gas en el interior de instalaciones. Éstas pueden eliminarse eficazmente instalando una válvula purgadora de aire en posición adecuada. La función de esta válvula es permitir la salida de aire y gas de forma automática, contribuyendo a la eficiencia de la instalación. De hecho, la expansión del gas podría incluso impedir el correcto drenaje del fluido.
Por la falta o el incorrecto funcionamiento de la válvula purgadora de aire, a menudo se encuentran radiadores calentados sólo por la mitad. De hecho, es en estos dispositivos donde más se nota la presencia de burbujas de gas significativas. Existe también una versión de
válvula purgadora de aire integrada en un tapón, aplicable directamente en cada radiador.
El principio de funcionamiento de la válvula purgadora de aire se basa en un flotador que, cuando se produce la acumulación de gas, abre un paso hasta que el agua vuelve a reequilibrarse el sistema y a cerrar el paso. Las partes internas están realizadas en material plástico con propiedades flotantes y de resistencia a la temperatura.
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