En los establecimientos de GNALI BOCIA se cuida de forma especial la construcción de las
resistencias eléctricas tubulares, uno de los factores fundamentales que garantizan su gran durabilidad.
Otro aspecto básico es la adecuada elección de los materiales que forman las resistencias eléctricas tubulares, que deben resistir al paso del tiempo y a las solicitaciones debidas al funcionamiento intermitente.
El componente de partida es el tubo de cobre con una pureza superior al 99%, que se somete a recocido para conseguir una buena capacidad de deformación en caliente. En su interior se sitúa el elemento eléctrico calentador, el corazón de las resistencias eléctricas tubulares que define su potencia térmica. Recordamos que los artículos de catálogo tienen potencias que van de los 1000 a los 3000 watt.
El paso sucesivo es aislar el calentador del tubo de cobre y de ello se encarga el óxido de magnesio comprimido que rellena todos los espacios. El conjunto se cierra con el sellado y la fijación del tubo calentador a la brida.
Para una buena duración de las resistencias eléctricas tubulares es importante el sellado, ya que preserva el estado de polvo aislante e impide infiltraciones y absorción de humedad, que comportarían un aumento de su conductibilidad creando un puente eléctrico entre interior y exterior, produciéndose una fuga de corriente eléctrica y haciendo inevitable intervenir los interruptores de seguridad de la instalación doméstica.
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