Otra vez nos referimos a las válvulas purgadoras de aire, una buena solución para eliminar los gases disueltos en el fluido que transporta calor en nuestras instalaciones.
Los estudios muestran que con presión absoluta de un bar, aumentando la temperatura de 20 a 80grados, el número máximo de litros de aire disuelto en un metro cúbico de agua disminuye unos 10 litros, pero es mucho peor la situación si el líquido se pone bajo presión. Esto significa que si calentamos el fluido contenido en la instalación, el aire disuelto se libera transformándose en gas y por tanto en burbujas, fuente de ruido. La única solución es utilizar válvulas purgadoras de aire para eliminarlas.
Las
válvulas purgadoras de aire se instalan en puntos de la instalación donde se pueden acumular los gases, como en los extremos de columnas de distribución, los respiraderos de los radiadores, u otros puntos donde son eliminables las acumulaciones de gas.
Los materiales metálicos como el latón y plásticos como la resina acetal con la que están construidas las válvulas purgadoras de aire garantizan durabilidad en el tiempo, así como contribuyen los elementos de sellado. Además durante la instalación se puede montar entre la instalación y el dispositivo una válvula de retención para facilitar el mantenimiento.
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