El uso de la válvula de seguridad dotada de termopar

Las válvulas de seguridad representan uno de los componentes fundamentales dentro de sistemas e instalaciones, permiten reducir riesgos asociados a un mal funcionamiento y a errores que pueden desarrollarse durante el ejercicio y que podrían derivar en problemas más o menos graves para las personas y entornos cercanos.
En particular, un problema que puede ocurrir a menudo cuando se entra en contacto con sistemas que transportan fluidos gaseosos es el de las fugas. De hecho, cuando el gas no cumple con el proceso de combustión durante el ejercicio, puede provocar una acumulación excesiva en el interior del habitáculo, aumentando notablemente el riesgo de explosiones y accidentes.
Una solución puede encontrarse en el uso de válvulas de seguridad para gas, éstas pueden ser de varios tipos en función de su funcionamiento y del componente al que están conectadas:
-    Válvulas de seguridad de baja presión;
-    Válvulas de bloqueo con válvulas de seguridad térmica;
-    Válvulas para centralitas;
-    Válvulas para reductores de presión;
-    Válvulas de seguridad de reinicio manual;
-    Válvulas de seguridad equipadas con termopares.

Los termopares son componentes utilizados en aplicaciones térmicas que actúan como transductores de temperatura. Son muy utilizados en el ámbito industrial ya que permiten detectar la temperatura dentro de un proceso, un circuito o una instalación y, en consecuencia, comprobar su correcto funcionamiento. Por esta razón son componentes que des del punto de vista económico tienen un bajo coste y generalmente están estandarizados según la normativa europea y mundial. A pesar de estas indudables ventajas, en ocasiones pueden surgir limitaciones asociadas con la precisión.
En general, el principio de funcionamiento se basa en el efecto Seebeck, que da nombre al físico estonio que lo teorizó. Este principio, en resumen, está basado en dos conductores de diferente naturaleza puestos en contacto: aquello que se observa es que una diferencia de temperatura genera una diferencia de potencial, que se utiliza como señal de detección.

En base a las consideraciones relativas a las válvulas de seguridad para gas y termopares, es fácil entender que el acoplamiento garantiza tanto un control más eficaz del fluido como un aumento en la seguridad general del sistema. En particular, el termopar detecta la falta de fuente de calor que sale del conducto para quemar el gas, por ello, induce a una reducción o interrupción del flujo para evitar acumulación y saturación excesiva de gas que podría dar lugar a consecuencias negativas desde un punto de vista de salud. Podemos decir, por lo tanto, que los termopares juegan el papel de "interruptores" en este tipo de válvula.
Al ser componentes de gran importancia, están clasificados según la normativa DVGW que se encuentra entre las más estrictas en el campo de las válvulas de seguridad del continente europeo.

 

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