El reductor de presión en las instalaciones hidráulicas
El usuario exige que el flujo de llegada cumpla unas determinadas condiciones y esto es lo que garantizan los reductores de presión
La elección e instalación de reguladores de presión (o reductores de presión) para un sistema hidráulico es esencial. De hecho, el agua suministrada por la red de distribución pública a menudo tiene valores de presión más altos que los que realmente son necesarios para el usuario doméstico. La razón de este exceso de presión es la posibilidad de hacer frente a un aumento repentino de la demanda y garantizar el suministro simultáneo a varios usuarios diversificados.
Si, por un lado, tener una alta presión es una ventaja, por otro lado puede constituir un problema para el uso del sistema hidráulico doméstico: puede, en efecto, causar daños y fallos peligrosos, además de tener un coste elevado en su reparación ya sea des de un punto de vista económico como del tiempo de intervención.
¿Por qué usar un regulador o reductor de presión?
El uso de reguladores o reductores de presión reduce los riesgos mencionados anteriormente, ya sea al reducir la presión del agua entrante como haciéndola constante independientemente de la red pública a la que vaya conectada. Por esta razón, estos componentes son fundamentales y deben ser diseñados y estudiados para que puedan ser cada vez más eficientes.
Las principales ventajas consisten en:
1. Presión constante y controlada: no existen riesgos derivados de la apertura de los grifos conectados;
2. Salvaguarda del sistema hidráulico: reduciendo y estabilizando la presión se consigue reducir los problemas relacionados con una alta presión, sobretodo en calderas y calentadores;
3. Reducción del ruido en el sistema: un aumento de presión también puede provocar ruidos fuertes y, a través de estos dispositivos, es posible reducir este problema;
4. Reducción al máximo del problema de cavitación: esta problemática, debido a la formación de áreas de vapor, es típica en los sistemas hidráulicos. Estas burbujas conducen a:
- Daño en sus componentes;
- Pérdida de la eficiencia del sistema;
- Emisión de ruido.
5. Reducción del consumo y ahorro desde un punto de vista económico.
¿Cómo funcionan los reguladores o reductores de presión?
Por lo general, los reguladores o reductores de presión pueden ser mecánicos o electrónicos. Los primeros presentan una mayor duración respeto a los segundos, debido a que el sistema operativo es menos complejo. Están constituidos por una válvula de muelle capaz de modificar el caudal del fluido en el interior del conducto, aunque precisan de un control mediante dispositivos electrónicos: mueven la posición del muelle en la válvula garantizando un caudal constante en el tempo y, al mismo tiempo, una presión constante.
El parámetro fundamental para este tipo de dispositivo es la relación de reducción, es decir, la relación entre la presión de entrada y salida del componente. En general, para evitar los problemas de cavitación mencionados, se usan reductores de presión en varias fases (normalmente dos), mejorando de esta forma la vida útil del sistema y su eficiencia.
El material de los reductores de presión
Los reductores de presión, tal y como se ha descrito con anterioridad, son componentes fundamentales dentro de un sistema hidráulico, permiten la regulación de la presión del fluido evitando fallos que de otra manera podrían ocasionar daños importantes en la instalación y en las personas cercanas.
Un aspecto de considerable importancia lo encontramos en la elección de los materiales, éstos deben presentar las características idóneas tanto en términos de propiedades mecánicas como ambientales. En particular, los materiales de mayor interés son: - CW617N: es una aleación perteneciente a la familia del latón que combina las mejores características de estampado en caliente, con una buena trabajabilidad en máquina herramienta. Además presenta una buena resistencia mecánica a la corrosión, incluso bajo estrés. Es utilizada para el cuerpo principal del reductor de presión; - Aceros especiales para muelles: deben tener buenas características tanto de tenacidad como de resistencia al desgaste para evitar roturas durante el ejercicio y permitir que el muelle se deforme; - EPDM: utilizado para las juntas, es un elastómero constituido de la polimerización de tres polímeros diferentes con azufre, presenta las características fundamentales para este tipo de aplicaciones como la resistencia mecánica y la resistencia a los agentes ambientales; - VITON: también utilizado para las juntas, es un elastómero fluorado que presenta, además de lo dicho anteriormente, una excelente resistencia química y térmica, permitiendo aplicaciones a alta temperatura.
04/05/2022
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