Un instalador tiene ciertas ventajas en la elección de los colectores de latón para la realización de instalaciones, tanto sanitarias como de calefacción. El uso de estos componentes hace más económica la fase de montaje, ya que el uso de tubos menos rígidos acelera la fase de instalación. Se mejora también la fiabilidad de la instalación, que no presenta puntos de unión por debajo del pavimento, discontinuidades que podrían ser fuentes de pérdidas.
En instalaciones de calefacción, los colectores de latón favorecen el rendimiento y la distribución de la temperatura porque forman una verdadera conexión en paralelo y, por tanto, una temperatura de alimentación constante.
El uso de colectores de latón permite un control más fácil de la temperatura, respeto a las antiguas instalaciones en anillo, mediante válvulas en cada habitación y requiere bombas de circulación menos potentes, con el correspondiente ahorro en el consumo de energía eléctrica. Su fácil disposición en cajetines de pared y la flexibilidad de montaje permiten crear instalaciones con zonas separadas fácilmente regulables.
Realizados en CW617N y cromados, los
colectores de latón tienen una elevada resistencia a la pérdida de zinc, un fenómeno corrosivo que se ve a menudo acentuado por la temperatura en juego y los elementos contaminantes disueltos en el agua, que se repone directamente desde la red pública. Están disponibles en diversas medidas, tanto con derivaciones libres como con grifo de cierre.
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